"Tuve la oportunidad de darme un gusto y cumplir el desafío más grande de mi carrera: jugar en Peñarol y ser campeón", sostuvo Diego Forlán al momento de anunciar su despedida del club de sus amores, cerrando así un ciclo especial para las dos partes, el jugador y el Campeón del Siglo.

Goleador aurinegro de la temporada en la que se consiguió el título 50, Forlán se ganó un lugar de privilegio en la historia del club. "Ser campeón del 50, en la primera temporada en la que jugamos en nuestro estadio y hasta haber tenido la suerte de hacer el primer gol en el Campeón del Siglo es maravilloso", dijo el 10, mejor jugador de la Copa del Mundo de Sudáfrica en 2010, dos veces goleador de Europa y, ahora, campeón con la camiseta que siempre soñó vestir.

"Peñarol hizo un esfuerzo grande para traer a Forlán, pero al mayor esfuerzo lo hizo Diego, que dejó de lado muchas propuestas más tentadoras a nivel económico. Él eligió jugar en Peñarol", afirmó el presidente de la institución, Juan Pedro Damiani.

Una sala de conferencia del estadio Campeón del Siglo llena, fue el marco ideal para la despedida de Forlán de Peñarol, tras ganar el Torneo Apertura, la tabla Anual y, especialmente, el Campeonato Uruguayo que festejó con su pequeño hijo, Martín, en brazos. Cerca de él, como siempre, estuvo su padre Pablo, múltiple campeón con Peñarol.

Por la puerta grande, tal como llegó, Forlán se va del Campeón del Siglo. Un crack que tuvo la posibilidad de cumplir su sueño y también el de Peñarol.