Peñarol le ganó 3-1 a Botafogo en el Estadio Centenario por la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores 2024, pero no le alcanzó y se despidió del torneo con la frente en alto, ante el reconocimiento del todo el pueblo Carbonero. 

Los dirigidos por Diego Aguirre, conscientes de que la serie estaba cuesta arriba tras la caída en Brasil de la semana anterior, salieron decididos a buscar el gol desde el arranque, y generaron varias aproximaciones. Un tiro desde el borde del área de Leo Fernández que se fue ancho y una volea de Báez que pasó cerca del palo fueron las primeras llegadas del Carbonero, pero el visitante respondió con un gran tiro libre de Savarino que casi se mete en el ángulo.

El partido se quebró con un fenomenal remate de Jaime Báez que dejó sin posibilidades a John y que se metió en el ángulo, decretando el 1 a 0 y provocando el festejo de todo el Estadio Centenario. Un minuto más tarde, el palo le negó el segundo a Peñarol, que recibió un gran envión anímico que lo llevó a arrinconar a Botafogo contra su arco.

Más allá de provocar algunas aproximaciones más, el primer tiempo se fue con el 1 a 0. En el segundo tiempo el ritmo bajó, pero Jaime Báez volvió a devolverle la ilusión al Manya con una fenomenal definición que se transformó en el 2 a 0. Poco después, Mateo Ponte se fue expulsado, por lo que el partido creció en voltaje.

Botafogo descontó con un gran contragolpe que Thiago Almada cuminó con una gran definición, pero Peñarol no bajó los brazos y volvió a llegar al gol por intermedio de Facundo Batista para el definitivo 3 a 1.

La semifinal de vuelta estuvo cargada de emociones, y si bien Peñarol se despidió de la Copa, lo hizo con una victoria y con la frente en alto ante Botafogo.