Desde 2009 estamos convencidos en desarrollar una marca con identidad propia porque Peñarol es mucho más que una marca, tiene vida, personalidad y late día a día.

Vamos rumbo a 122 años de gloria y este colectivo, el más grande del país, constituido por equipos, dirigentes, jugadores, socios e hinchada han sabido de crear, emocionar, enorgullecer, creer, vibrar, llorar y lo más importante pertenecer a millones de uruguayos durante varias generaciones.

Es por eso que nos miramos al espejo y desarrollamos un concepto. En el espejo de la gente, de la historia, de nuestros valores, de nuestros mitos, de nuestra familia y de nuestros milagros logrados dentro y fuera de la cancha; por lo que somos reconocidos a nivel global.

Al mismo tiempo somos respetuosos y queremos sentirnos reconocidos cuando nos miramos en ese espejo porque es parte de nuestro ser.

En esta ocasión, fue el Arq. Julio Vilamajó quien nos permitió inspirarnos en su trabajo, un trabajo con orígenes en la sede de la calle Maldonado y con señales diversas que los peñarolenses convivimos a diario sin ser conscientes de ello.

Es por eso, que creímos necesario revalorizar dicho patrimonio a través de un desarrollo de diseño único, muy bien logrado por el equipo de marketing del Club en conjunto con Fabián Bicco y Gabriel Benderski que refleja nuestra historia sobre los orígenes fundadores del fútbol uruguayo y al 1891 como ícono y pilar de nuestro nacimiento como el Club de fútbol Decano del Río de la Plata.

Así es que lo llevaremos con orgullo en nuestro pecho y será parte de la indumentaria oficial en los torneos locales e internacionales para de esta forma, sentirnos aún más seguros de lo que somos, transmitirlo a las nuevas generaciones y ocupar el lugar que la historia nos reservó como decano y padre fundador del fútbol uruguayo.